Alejandro Unchalo y Valentín Frávoli son oriundos de Tandil. En el último año del secundario (Técnica Nº2 de Tandil), debían realizar un proyecto para egresar de su orientación en Técnico Químico. “En ese momento decidimos elaborar un plástico biodegradable a partir de cáscaras de cítricos”, cuentan hoy. Tras recibirse, y por el apoyo y consejo de sus docentes, decidieron emprender con su marca: Citricplas. La aceptación fue inmediata.